La prueba de paternidad biológica se basa en la existencia de la compatibilidad hallada entre la huella genética del presunto progenitor con la del hijo, en relación a la huella genética de la madre asumida como tal, en comparación con la de un individuo elegido al azar de los hombres fértiles alrededor del universo. También es usada para ver suplantación de la identidad o cambios de bebes al nacer, etc.

La fehaciente existencia del vínculo biológico entre un individuo con un hijo en disputa, es únicamente mediante una test netamente científico, el cual ha evolucionado mucho desde las primeras vinculaciones de paternidad que se hacían sobre la base de las comparaciones de los tipos de grupos sanguíneos de los actores en disputa, de lo que actualmente sabemos, que sería muy temerario o irresponsable por decir lo menos, sustentar una paternidad desde ese punto de vista, peor aún hacerlo sobre la base del parecido a simple vista o por algún gesto que estos hagan.

Estos comentarios, nada tienen que ver en este punto, ni menos se toman en cuenta, pero siempre y cuando se cumplan los mínimos requisitos para obtener una escrupulosa huella genética, que nos determinar o no la compatibilidad que se persigue.

La determinación de la Huella Genética del ADN, comúnmente conocida como Prueba del ADN, tiene múltiples utilidades en el campo de la Genética Forense, brazo científico de instituciones legales y judiciales, sean en el campo de la Criminalística, para encontrar responsables materiales de asesinatos, de violaciones, múltiples variantes criminales y en contra de la ley.

Su aplicabilidad se sustenta sobre la base de la homologación o comparación genética hecha de las de bases nitrogenadas repetidas en secuencia o tándem, entre las evidencias encontradas en lugar de los hechos, con las respectivas muestras biológicas de los sospechosos.

Mucho tendrán que ver también, los escenarios de los hechos, para que las evidencias no sean manipuladas sin protección por personas extrañas o por los propios operadores de justicia esmerándose por no contaminar la escenas con sus propias huellas genéticas, debiendo siempre las evidencias conservarse en lugares secos sin exposición al sol, para evitar la degradación del ADN, por el sol o por los microorganismos que se desarrollen en lugares que no son secos, y con la respectiva cadena de custodia, para conservar la independencia del material genético contenido en las evidencias, por parte de personas ajenas y con otros intereses, que puedan o cambiarlas o deteriorarlas.

La muestra de interés de la evidencia, para determinar la huella genética, no es necesariamente toda la evidencia, solo basta con tomar una muestra representativa con hisopo nuevo no manipulado antes y en sobre de papel, por ejemplo, si hay una pared con manchas desangre, no nos imaginamos al perito transportando un pedazo de pared como evidencia, o si hay una carretilla también con manchas de sangre, tampoco es necesario que la evidencia para obtener la Huella Genética del ADN, sea toda la carretilla de albañil, lo mismo en el caso de un balde, una cama, una llanta, etc.

No debemos olvidar que el tiempo transcurrido para poner en custodia las evidencias es crucial: “El tiempo que pasa es la verdad que huye”, sobre todo por la inadecuada conservación de las mismas, que traería como consecuencia una posible degradación del material genético que queremos obtener como medio de identificación posterior de los sospechosos no responsables de dichos actos.

Las personas desaparecidas, víctimas de desastres colectivos, en masa, o restos cadavéricos humanos encontrados, también pueden identificarse por medio del análisis de las huellas genéticas de las mismas, sobre la base de la comparación genética que se haga de estas muestras, con la de posibles familiares reclamantes, y luego de sesudas entrevistas con los antropólogos forenses, es que puede hacerse esto posible.

De esta forma se han identificado personas desaparecidas, de múltiples desastres aéreos , terrestres o de incendios, aluviones, etc.

La gran trascendencia que trae consigo la determinación de la huella digital del ADN, es inconmensurable para los múltiples usos que pueden obtenerse ella , cada uno mucho más importante que el otro, considerando que “cada huella genética trae grabada consigo una historia y un drama”, parafraseando a Sir Alec John Jeffreys.